"EN TELA DE JUICIO": El Accidente de los Destructores USS Jhon S. Mc. Cain y USS Fitzgerald

USS Jhon S. Mc. Cain

Cuando vemos un buque de guerra lo primero que podría venírsenos a la mente es su potencial bélico. Quizás, con cierto temor lo imaginaríamos sometiendo a cualquier otra embarcación o neutralizando blancos en alta mar, pero lo que menos pensaríamos es verlo zozobrar o sufrir algún accidente, y mucho menos que tal evento obedezca a razones imputables a la propia tripulación lo que resultaría en un asunto de lo más vergonzoso. Fue esto lo que ocurrió con el USS Jhon S. Mc. Cain, en horas de la noche del 21 agosto de 2017, en las costas de Singapur, al ponerse abruptamente en el camino del ALNIC MC un buque petrolero de bandera liberiana, evento que resultó en la muerte de diez personas y cinco heridos a bordo del destructor aunque este no se hundió y pudo llegar a puerto. En la segunda parte del documental detallamos un poco más sobre el caso.


Area de impacto

De reportes de la investigación se desprende que el USS Jhon S. Mc. Cain estaba fuera de control cuando invadió la ruta del ALNIC MC, ello debido a que durante el cambio de guardia no se advirtió a quienes recibían que tendrían el mando total del barco (detalle que aparentemente era difícil de determinar en los instrumentos), lo que definió el comienzo del desastre. En otras palabras, no hubo falla con los sistemas de navegación sino una indebida interpretación de los datos que mostraban los instrumentos aunado a la falta de un oportuno flujo de información en el puente por parte del personal de guardia. No obstante, a favor de la tripulación debemos alegar la dificultad que representaba el poder leer en los instrumentos los detalles relativos mando de la nave.

Dramatización del momento del accidente

Es de suponer que embarcaciones como el USS Jhon S. Mc. Cain poseen sistemas de navegación de los más sofisticados que puedan concebirse dado el uso final al que son destinadas, por consiguiente, que ocurra una tragedia de esta categoría es algo inaudito. Y más inaudito sería para el capitán de un barco mercante, que ha cumplido su itinerario sin ningún contratiempo, encontrarse de pronto con un barco de guerra en su proa y no poder evitar una colisión tal como ocurrió con la tripulación del ALNIC MC.

ALNIC MC

Por supuesto que pese a las lamentables pérdidas humanas, este hecho podría haber pasado como un desatino de la tripulación del USS Jhon S. Mc. Cain sumado a la dificultad para hacer las lecturas de ciertos instrumentos. Pero la extravagante realidad es que sólo unos meses antes otro destructor había sufrido un incidente igual.

En esta ocasión el USS Fitzgerald navegaba en horas de la madrugada por las costas de Tokio cuando fue colisionado por el ACX CRYSTAL un portacontenedores de bandera filipina. La investigación determinó que al igual que el USS Jhon S. Mc. Cain, el destructor USS Fitzgerald invadió el curso del ACX CRYSTAL colocándose abruptamente delante de él siendo imposible para su tripulación evitar el abordaje, hecho que arrojó un saldo lamentable de siete fallecidos y tres lesionados a bordo del destructor.

USS Fitzgerald

El accidente se produjo cuando el oficial de guardia a bordo del destructor no cedió el paso al carguero que se aproximaba y que debía pasar delante de él en los próximos minutos, por el contrario, aceleró el curso aventurando la posibilidad de pasar antes que el buque mercante. Conducta que condujo al fatal suceso.

No se determinó responsabilidad alguna por parte de la tripulación del ACX CRYSTAL ni de la del ALNIC MC

Área de impacto

ACX Crystal (área de impacto)

Ahora bien, ¿Cómo es posible que un espacio de menos de tres meses pudiesen producirse dos accidentes tan similares? ¿Cómo es posible que la tripulación de las dos naves incurrieran en errores tan lastimosos?

Personalmente, opino (y creo que así lo he reflejado en los comentarios de la serie) que cuando la vida de los soldados en alta mar se limita únicamente a la vigilancia y a las eventuales prácticas a la larga podrían comenzar a realizar su jornada laboral “por salir del paso” evidenciándose así una considerable disminución en el cuidado que deben tener en todas sus responsabilidades incluido el mando de la nave. Por supuesto que tal conducta puede ser corregida mediante una estricta disciplina por parte de los respectivos superiores. Pero entonces los tripulantes de ambas naves actuaban bastante despreocupados y/o relajados. De hecho, debe indicarse que además de la remoción de los oficiales de ambos barcos, los eventos también ocasionaron el relevo del Comandante de la Séptima Flota del Pacífico, el Vicealmirante Joseph Aucoin.

De manera que hablamos de algo que dejó muy mal parada la capacidad bélica de USA y la idoneidad de sus oficiales y comandantes. No obstante, esto es una clara demostración de que el error humano está presente incluso en áreas en que la tecnología de las naves y la disciplina en el desempeño del personal deberían desmentir la ocurrencia de tales hechos o que, al menos, no ocurrieran de manera tan vergonzosa.

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