El conjunto de mecanismos requeridos para poner un buque en marcha podrían alterar la inteligencia de cualquiera y el funcionamiento óptimo de los mismos requiere de la adecuada capacitación de todos los miembros de la tripulación. Aún así, no son extraños los fallos e incidentes que pueden producirse en esta materia.
El 18 de mayo de 2017, el Kydom, un transbordador de la naviera Ferries del Caribe arrolló la estructura del puerto de Santo Domingo en República Dominicana al momento de atracar. La compuerta de entrada y salida de vehículos ya desplegada arrastró el lote de contenedores y remolques que aguardaban en el puerto. La avenida que rodea la dársena quedó parcialmente cerrada y los transeúntes pudieron ser testigos del accidente y los daños ocasionados. El hecho produjo pérdidas significativas en los contenedores y las mercancías que esperaban ser embarcadas. Afortunadamente no se reportó lesión alguna en personas.
Una de las versiones señala que el incidente se presentó con un fallo en la compuerta de carga. Otra sostiene que obedeció a un problema con los cabos de amarre. La pregunta es si tales averías serían suficientes para justificar que el motor de la nave siguiera o entrara en funcionamiento y propulsaran la nave después de que la compuerta había sido desplegada o si los cabos de amarre tenían como finalidad, además de fijar la nave, detener la propulsión de aquella si entraba en movimiento.
Después de ver el video en la segunda parte de nuestro documental se puede deducir una causa distinta a las alegadas. De manera que la razón sólo pudo atribuirse a un problema mecánico que ocasionó la entrada en funcionamiento de los motores una vez que la nave estaba atracada. Y así lo confirmo unas horas después la Autoridad Portuaria Dominicana en entrevista alos medios de comunicación.
Los pasajeros contarían que se atemorizaron al sentir el estruendo y permanecieron casi una hora más en la embarcación sin que nadie le diera razón de ello y cuando comenzaron a salir de la nave no les entregaron de momento sus pertenencias ni sus vehículos y ninguna explicación de lo que había acontecido.
Debe resaltarse que para entonces la empresa Ferries del Caribe ya era bastante famosa por una marcada serie de incidentes con sus naves. Fallos del motor en plena navegación y naves incendiadas pueden contarse entre ellos, afortunadamente ninguno con víctimas lamentables.
En todo caso puede perfectamente apreciarse como el descuido o el desperfecto en la propulsión de la nave ocasionó un accidente que afortunadamente no arrojó peores consecuencias
Para ver más:
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