"PASEO DE FIN DE SEMANA" ACCIDENTE DEL ALMIRANTE, GUATAPÉ, COLOMBIA

 



Los momentos de esparcimiento constituyen un elemento fundamental en el desarrollo del ser humano y como tal han sido objeto de una importante actividad lucrativa: el turismo. Como turismo concebimos a un conglomerado de empresas que ofrecen sus servicios en diversas áreas en las que los clientes, ansiosos por esos momentos de esparcimiento se dejan una parte de su tiempo y sus ingresos. Pero teniendo en cuenta que cualquier actividad que se ofrezca al público, por muy insignificante o inocua que parezca, engloba sus riesgos, debe estimarse que las empresas o instituciones que las ofertan deben tomar todas las medidas de seguridad necesarias para con los turistas.
Los paseos y viajes en embarcaciones engloban uno de los servicios que más cuidado requiere en cuanto al manejo de personas. Y es que nada puede ser más memorable que un viaje en un crucero o un paseo en un idílico lago.


 

Antioquia en Colombia podría ser considerada como una de las locaciones con más atracciones naturales de la región y Guatapé, uno de sus municipios se lleva la corona en este sentido. Ubicado en el suroeste del departamento de Antioquia, posee diversos lugares que constituyen el destino turístico de muchas personas a lo largo del año. Entre ellos el embalse de Guatapé se cuenta entre las primeras atracciones naturales de la región. Los servicios que ofrecen las empresas radicadas en el embalse comprenden los típicos de restaurantes, fuentes de soda, paseos y caminatas entre otros, pero la principal basa es la de los paseos por las aguas del lago a bordo de embarcaciones que permiten al turista deleitarse con un recorrido rodeado de la naturaleza y de las más fastuosas vistas.
El 25 de junio de 2017 una embarcación aguardaba en uno de los muelles del lago a que un número de personas terminara de abordar para iniciar el recorrido por el embalse. El Almirante era un pequeño barco de tres pisos con una capacidad máxima para unas 280 personas y que pertenecía a una empresa de nombre Asobarcos. Ese día sería abordado por unos 150 pasajeros. 



A comienzos de la tarde el Almirante dejó el muelle e inició la travesía por el embalse. Hasta entonces, la hoja de vida de la embarcación no develaba una trayectoria del todo aceptable pues aparentemente un año antes había sufrido un accidente que pese a no dejar víctimas accionó a los mecanismos de rescate, y sólo unos meses atrás se había hundido y había sido rescatado y reparado.  
A pocos minutos de su partida los pasajeros advirtieron ciertos crujidos y otros ruidos debajo del casco e instantes después la nave escoró hacia la izquierda (babor). Ante esta situación la tripulación ordenó a los pasajeros correrse hacia la derecha (estribor) pero inmediatamente la zona colapsó por el peso y la nave comenzó a hundirse. 



Las embarcaciones que se hallaban en las adyacencias concurrieron al lugar y comenzaron a socorrer a los pasajeros. Nueve personas perderían la vida en el incidente.
Las investigaciones determinaron que el accidente se produjo cuando los pontones o patines, que eran la parte de la nave que hacía contacto con el agua, colapsaron causando su inmediato hundimiento. Por otra parte, la ausencia de suficientes chalecos salvavidas acrecentó el daño. También se señaló que la nave no tenía permiso de zarpe para el momento del incidente. El informe final estableció que la nave no cumplía las condiciones mínimas de navegabilidad.
En fin, se trató de un hecho en el que 150 turistas se despojaron de una parte de sus ingresos para tomarse unos minutos de esparcimiento, encomendando su seguridad a una empresa que no se preocupó por garantizarles su seguridad, actitud que condujo a la pérdida de nueve vidas.

Post a Comment

0 Comments