“FRACTURADO”: EL ACCIDENTE Y NAUFRAGIO DEL MOL CONFORT

Las circunstancias que llevan al naufragio de un barco no suelen conocerse al mismo momento del accidente, se ponen de relieve a medida que la investigación va en marcha. Puede darse el caso de que algunas sean adelantadas por testimonios de testigos, pasajeros o tripulantes y terminan siendo confirmadas o desestimadas por la investigación. Pero de cualquier modo, la marcha idónea de la averiguación requerirá tanto de las declaraciones de los testigos e involucrados como de las pesquisas de los restos de la nave ya que estos revelarán sus condiciones de navegabilidad, estado de mantenimiento y la constatación de cualquier falla que se estime causo o coadyuvó en el incidente. Pero no siempre es posible tener a disposición tales restos. Los naufragios que ocurren en alta mar con el total hundimiento de la nave poco tendrán que proporcionar a la comisión investigadora y una eventual operación de salvamento del buque (no posible en la mayoría de los casos) no es una opción. Y cuando la disponibilidad de estos restos es crucial para develar hechos que no pueden ser aclarados por la tripulación es probable que nunca se sepan las causas del accidente.

El 11 de junio de 2013, el MOL Confort, se enfrentaba al Mar Arábigo en su ruta desde Sigapour hasta Jeddah, en Arabia Saudita. El Mar Arábigo se caracteriza por un clima bastante inestable. En 2014 se consideró que la ola de ciclones que se habían comenzado a formar en el lugar obedecía al calentamiento global. Así mismo, no se pueden desestimar las habituales tormentas del monzón del sur de Asia.

El MOL Confort era un portacontenedores de la categoría 8000 TEU-type, de 316 metros de eslora, 46 de manga y con un peso de unas 86.000 toneladas. Tenía capacidad para transportar unos 8.100 contenedores y en su viaje transportaba poco más de la mitad, unos 4.382. Se pronosticaba que llegara a Jeddah a las 00:00 horas del 20 de junio si su velocidad se mantenía en un promedio de 18 nudos salvo que se verificara algún aumento de velocidad como una medida antipiratería. Debe resaltarse que en el Mar Arábigo las naves están propensas a los asaltos de los piratas, bastante frecuentes en el área, de manera que ante cualquier avistamiento sospechoso siempre es prudente para la tripulación aumentar la velocidad y así alejarse del potencial peligro.   

En la mañana del 17 de junio el reporte de las condiciones atmosféricas indicó vientos de 38 nudos y olas de hasta 6 metros de altura lo que no hacía nada atractiva la travesía el MOL Confort por el Mar Arábigo. Y de eso daría cuenta la nave cuando a las 7:45 de la mañana fuese golpeada por dos grandes olas en la proa, por el área de babor lo que originó el desastre. Inmediatamente el oficial al mando notó que la nave no reaccionaba adecuadamente y que se apreciaba cierto problema de alineación en la proa, al mismo tiempo se verificó una entrada de agua entre los ductos del espacio de la quilla y los tanques de combustible por lo que poco después el capitán ordenó abandonar la nave. Los 26 miembros de la tripulación abordaron uno de los botes salvavidas y así abandonaron al MOL Confort.

Atendiendo a los llamados de socorro de la accidentada nave, el Yantian Express llegó al lugar y procedió a socorrer a la tripulación. A todas estas una gran fisura era perfectamente apreciable en el casco del portacontenedores comprometiendo abruptamente su estructura. A las 11:30 de la mañana, la acción de las olas acabó por convertir la grieta en un corte y el MOL Confort terminaría dividido en dos mitades que pese a todo siguieron flotando separándose la una de la otra paulatinamente.

Una tormenta había seccionado limpiamente un enorme carguero casi a la mitad ¿Cómo pudo ocurrir algo así? ¿Fue sólo la acción de las olas la única causante de tan singular hecho?

Los esfuerzos por rescatar las dos mitades del MOL Confort se iniciaron el 26 de junio y se extendieron por varios días, la idea era atar un remolcador a las secciones a la deriva y remolcarlas a puerto, maniobra que significó un gran desafió y que no impidió que al día siguiente la parte de la popa con 1700 contenedores y 1500 barriles de combustible se hundiese irremisiblemente dejando una marejada de contenedores sobre la superficie. La parte delantera logró ser atada y remolcada durante varios días hacia el Golfo de Omán sin embargo un incendio estropearía la operación. Pese a los esfuerzos por extinguir las llamas nada se pudo hacer y la sección se hundió en el mar el 10 de junio.

Sección de Popa

De esta manera se hizo patente para la comisión investigadora que no habría restos en los cuales realizar las pesquisas. Es de resaltar que de los interrogatorios realizados a la tripulación no se detectó incompetencia en el mando de la nave y todos los tripulantes estaban debidamente calificados para desempeñarse en buques de la categoría del MOL Confort, e inclusive la decisión y el momento de abandonar la nave habían sido acertados.

Sección de Proa

De manera que el asunto más importante para la investigación no se podría verificar a cabalidad: las condiciones de mantenimiento de la nave. No obstante, se realizaron indagaciones en las embarcaciones hermanas del MOL Confort con la intención de verificar problemas en el área en la que se fracturó este último, pero no se hicieron hallazgos significativos, aunque algunas naves requerían cierto mantenimiento ello no tenía que ver con la integridad del casco como se especulaba con el MOL Confort. También se hicieron observaciones en naves no hermanas y fue allí donde se pudieron evidenciar ciertos aspectos que hacían a estas más resistentes que las de la categoría del MOL Confort.  A todas estas la empresa propietaria de las naves hermanas procedió inmediatamente a mejorar el casco de sus naves e implementar los refuerzos necesarios para evitar un incidente similar, lo cual fue recibido como una gran iniciativa en pro de la mejora de la seguridad en el tránsito marítimo.

No obstante, las razones del accidente no pudieron ser develadas por la investigación. Se presumía una debilidad estructural en el casco por falta de mantenimiento, lo que iba de la mano con el hecho de que la naturaleza de la tormenta no era de por sí una causa para que una nave como el MOL Confort naufragara. Sin embargo, el barco había sido sometido a mantenimiento un año antes como lo acreditaban los certificados de las reparaciones realizadas.

En todo caso, sobran los motivos para asumir que las razones para que el hecho se produjera sólo podrían desprenderse de los restos que hasta el día de hoy reposan en su perpetuo descanso en el fondo marino del Mar Arábigo.

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