"ESCORADO" EL ACCIDENTE DEL MV MODERN EXPRESS

 


La seguridad en alta mar, es uno de los pilares que sustentan el éxito de la navegación. Los cuidados en la operatividad de una nave deben, o al menos, deberían estar a la orden del día de cualquier tripulación, y es que la complejidad en el manejo de los buques mercantes exige que se tomen una serie de medidas que van desde las propias del barco como de la carga, los tripulantes  y los pasajeros de ser el caso.
En lo que respecta a la carga, los procedimientos y medidas de seguridad varían de acuerdo a su naturaleza, tal como es el caso de los portacontenedores cada unidad contenedora es apilada con otras mediante rieles verticales o mediante celdas metálicas. Tratándose de carga rodada, cada vehículo es fijado por medio de cadenas de seguridad y tensores a las rampas en las que son estacionados. No obstante, tratándose de carga rodada, los riesgos en la seguridad son mayores, incluso, que los de otro tipo de mercancías. Esto se debe a la amplia variedad de tipos de carga rodada y que los buques no están diseñados para recibir una modalidad de carga en específico (por ejemplo, sólo a transportar vehículos pequeños), señalando además que los vehículos, tráiler y/o maquinarias no han sido diseñados con la idea de ser transportados en un barco y, por consiguiente, aseguradas mediante el respectivo trincado como se conoce a este procedimiento, por consiguiente; el asegurar estos diferentes géneros no sigue un manual de procedimiento específico sino que “depende de la habilidad y diligencia de las personas que a menudo no tienen conocimientos de las fuerzas con las que deben encontrarse a bordo del barco” (María González Moraleda, Guía para el Trincaje Y Sistema de Carga de un Buque ro-ro en una Línea Regular). En este mismo orden de ideas, las naves encomendadas a este tipo de carga son los conocidos ro-ro que pese a su versatilidad representan un riesgo adicional puesto que al carecer de compartimientos estancos, un deslizamiento de una parte de la carga puede arrastrar la totalidad de esta comprometiendo la estabilidad de la nave.

 

El 26 de enero de 2014 el MV Modern Express navegaba en aguas del norte de España cuando un fuerte temporal lo sometió a la acción de fuertes olas, se trataba de un ro-ro de unos 164 metros de eslora, 28,6 de manga y con un peso bruto de 33.831 toneladas. Trasladaba una carga de 3600 toneladas de madera y una docena de máquinas de obras públicas. Poco después la nave comenzó a inclinarse a la izquierda (escora a estribor) en un ángulo que fue acrecentándose paulatinamente. Poco después, el capitán, ante la necesidad de poner a salvo a la tripulación ordenó abandonar la nave siendo rescatados por el equipo de salvamento marítimo que había respondido a la llamada de socorro. La nave permaneció a la deriva durante los siguientes días con una escora de cincuenta grados. No obstante, y ante la amenaza de que se produjese un derrame de fuel se contrató a la empresa Smit Savage para proceder al rescate. Luego de grandes desafíos para enganchar la nave, el rescate se desarrolló exitosamente y la nave fue remolcada al Puerto de Bilbao en España. Pese a que el mal clima había sido un factor determinante en el accidente, fue la mala estiva o aseguramiento de la carga lo que ocasionó un deslizamiento de la carga hacia un costado del casco causando la subsecuente escora. 


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